PULSO DE PUERTO RICO en Espaa o en Italia, hable menos de ello y trabaje ms como espaol o italiano para lograrlo. Con una retaguardia nuestra bastante abandonada insistir en ese tema suena a desarraigo y snobismo en boca de un puertorriqueo. Sera ms lgico dedicarnos, con fecun- da humildad, a construir nuestro pas; con tal material estaramos ofreciendo, a la postre, nuestro concurso a la cultural occidental. Esos certmenes, ese Instituto de Literatura oficiales no acaban de levantar los nimos. Por qu? No hay una disposicin francamente favorable a la creacin de museos, salas de concerto, teatro, academias, sinf- nicas. No hay un Departamento de Bellas Artes. El in- ters official por el arte no es lo suficientemente fervo- roso ni estimulante como para impulsar la creacin de fondo puertorriqueo Se llama a un certamen de msica seria y se presen- tan 17 composiciones: de Campos Parsi, de Amaury Veray, de Kachiro Figueroa...; otro de pintura, y apa- recen ochenta cuadros; otro de cuentos, y hay un cen- ienar de cuentos, y as con la poesa, el tallado de santos, etc. Y todo se queda luego como en el anonimato y se imponen los celos y los resentimientos sordos. El teatro tiene que abaratarse en el radio y la tele- visin. Los Ferrer, Hernndez (Juano y Rafael), Sanro- m prosperan fuera de la Isla. Regresan y pasan casi inadvertidos a los pocos meses, y hasta se pone en duda su valer.