-N-RIQtTE A. LAGL'ERRE Unidos quitarnos. segn nos dio. este sistema de go- bierno? Por un lado. Estados Unidos lo ha anunciado al mundo como una prueba de su actitud anticolonia- lista: por otro lado. con el advenimiento de los repu- blicanos al poder en Estados Unidos, no han faltado lideres influyentes que duden de la eficacia de este nuexo sistema de gobierno. En la Isla va se mueven, con ms soltura, las dos facciones tradicionales: separa- tismo y anexionismo. Pero Muoz Marn dice que el Estado Libre Asociado es definitive, que slo necesita crecer; esto ha provocado las iras editoriales de El Mundo, que mantiene un criterio plebiscitario. Y la verdad es que dentro del propio Partido en el Poder, no se ha levantado una sola voz en favor del plebiscito. Respaldo tcito a Muoz, indiferencia, o llana y sim- plemente silencio. Entra en Puerto Rico, direct o indirectamente, bas- tante dinero de origen federal. Pero nuestros soldados pelearon en Europa y en Corea y vigilaron las fortale- zas en moments de crisis. Adems, conviene no olvi- dar que Puerto Rico, bastion del Caribe, compromete la vida de dos millones de habitantes, todo lo que tene- mos y lo que somos. Ese no es el caso de los pases mayores y menos poblados. Tal destino de fortaleza lo tuvo Puerto Bico en tiempos de Espaa, cuando nos toc vigilar las rutas martimas metropolitanas. Fuimos pueblo de riesgos -ingleses, franceses, caribes, holan- deses, daneses. pirates, huracanes- y de hambres. Quin sabe si por eso perdemos algo la cabeza en moments de inflaci6n.