ENRIQUE A. LAGUERRE inferioridad y del desconocimiento que se tiene de lo que realmente somos. Vivimos un estrecho present de apariencias, sin hondas races en el pasado y sin las debidas proyecciones espirituales hacia lo porvenir. 3.-Dependemos ms de lo que no tenemos que de lo que tenemos. Es por eso que con tanta facilidad nos damos a tirar la casa por la ventana al menor indicio de alborozo. 4.-Antes de que los planes concretos de buen go- bierno fluyan con nuestras actitudes escapistas, antes de que las ilusiones pongan en peligro la convivencia, de- biramos hacer un alto y echar balance. 5.-Se ha recrudecido -fundamentada mayormente en ilusiones -la ambicin de la clase media. Las profe- siones se han rendido al dinero o a las promesas de dinero; se alardea de triunfos para ocultar frustaciones; si somos intelectuales, nos metemos en pomposidades acadmicas. Esta Carta a Ciro Alegra se coment ampliamente, de diversos modos. Sin embargo, ya reinaba entire nos- otros un silencio aterrador -significativo an en los actuales das- y la gente que debi hablar no habl. Algn da hemos de darnos cuenta cabal de esos pro- blemas. Falta de comunicacin Seis meses despus de mi regreso de Europa fui a trabajar, como empleado de la Unesco, en un proyecto de educacin fundamental en Ptzcuaro, Mxico. All