PULSO DE PUERTO RICO El teatro, algo rezagado pese a los intentos de re- novacin de Emilio S. Belaval -y luego de Sierra Berdeca, Mndez Ballester y Francisco Arriv- ad- quiere un impulso reformista inusitado. Fue tarea ma- yormente llevada a cabo por Leopoldo Santiago Lavan- dero, recin llegado de Estados Unidos. Dirigi pri- meramente las obras que present Areyto; luego entr a former parte de la Facultad de Humanidades de la Universidad. Esta institucin se ensanchaba rpidamente, respondiendo al impulso de los rectores Toms Benner y Carlos E. Chardn. Su nuevo Rector se convirti en una de las figures gubernamentales ms influyentes de Puerto Rico. Muy pronto, el nuevo partido se satur de elements conservadores, y se camin hacia el centrismo. Los de- ms partidos estaban demasiado anonadados para dar peleas. Los grupos de presin dan salida a sus innume- rables problems particulares. Se hace presin por pu- ro inters de grupo, pero se reclama que todo se hace a nombre del bien colectivo. Sin una consciencia cabal de nuestras capacidades y de nuestra formacin histrica, se afilan nuestros par- ticularismos y con ello se estorban ciertos propsitos colectivos anteriormente formulados con claridad. Nos afecta la crisis international. Adems, en palabras j- baras, la presin econmica nos prende candela por el rabo. Urge resolver nuestra situacin de pueblo his- tricamente dependiente. Es lo que desvela a Muoz. Se aplazan, pues, otros entusiasmos creadores del es- pritu. En algn sector influyente se duda de la ca-