LOS FERROCARRILES DE COLOMBIA II-EL EMPRESTITO Como quiera que la Nacin est resuelta a adqui- rir un grande emprstito, aun a costa de sacrificios, parceme acertado y lgico que este emprstito cubra totalmente el plan de obras en proyecto y no a me- dias, para no quedarnos con el pecado y sin el g- nero, pues segn clculos revisados cuidadosamente por el que esto describe, no son suficientes cien mi- llones de pesos oro, para la ejecucin de dicho plan; y como seguramente habr necesidad de agregarle al proyecto otras obras urgentes, la suma debera ele- varse por lo menos a ciento veinte millones de pesos, que se girarn y gastarn n de un golpe, sino pau- latinamente, a media que las construcciones vayan exigindolo, ao por ao. Siendo, como lo son, obras productivas, llas mismas irn pagando los intereses y el fondo de amortizacin del emprstito. La guerra se alimenta con la guerra, deca Napo- len a sus mariscales cuando le preguntaban de dn- de obtendran recursos para rematar alguna empresa blica, y aadia: Explotad la victoria. Parafraseando esta sentencia del ms grande de los capitanes, hoy puede decirse en el caso de las obras pblicas: Los ferrocarriles se alimentan con los ferrocarriles; las ca- rreteras, con las carreteras; los grandes ros, hacindo- los navegables. Explotad las vias de comunicacin intensive y cientificamente, que el progress y la opu- lencia no se harn esperar demasiado. III-NUEVAS OBRAS Entre las obras pblicas contempladas en el plan habr que agregar algunas ms, exigidas por el pa- triotismo y la poltica, la situacin geogrfica, la equi- dad, el desarrollo commercial e industrial, la buena ad- ministracin y la defense national.