GENERAL PAULO EMILIO ESCOBAR te. Ms tarde cada division de ejrcito contar con un batalln o con una compaa de ferrocarrileros, que se acantonar en los lugares en donde haya ncleos impor- tantes de la red ferroviaria del pas, como en Cina- ga (Magdalena), Medellin, Bucaramanga, etc. Tam- bin se organizarn las tropas de comunicacin y las compaas sanitarias, las que, junto con los ferroca- rrileros, sern base para la movilizacin (paso del pie de paz al pie de guerra). En poca de guerra podrn organizarse militarmen- te los ferrocarriles si se cuenta con tropas de ferro- carrileros suficientes e instruidas. Tambin en poca de paz, y en casos de emergencia (huelgas, rebeldas y otras posibles eventualidades, en estos tiempos de socialismo activo, sindicalismo amenazante, bolchivi- kismo, etc.), los ferrocarrileros prestarn grandes ser- vicios, salvando situaciones difciles. Por ejemplo, el Batalln de Ferrocarrileros' Meja, con su comando en Facatativ, se hizo cargo del double servicio del ferro- carril de La Dorada y del cable areo de Mariquita, a causa de la gran huelga de empleados y braceros de 1925. Los suboficiales y soldados, dirigidos por sus respectivos oficiales, tomaron a su cargo los ser- vicios de las dos lneas, y a pesar de que ellos no conocan el uso del petrleo crudo como combustible de las locomotoras, pudieron manejar los trenes du- rante varias semanas, sin que se registrara un solo accident. La compaa inglesa duea del ferrocarril, qued muy agradecida y quiso que dejaran en La Dorada y Mariquita a los ferrocarrileros, ofrecindo- les buenas primas, a lo que no pudo accederse. Este feliz ensayo de militarizacin de un importan- te ferrocarril, de 111 kilmetros de longitud y un ca- ble areo de 72 kilmetros, indujo al gobierno a au- mentar las tropas de ferrocarrileros de los dos bata- llones mencionados, organizndolas en tres grupos 130