.ENER.AI. PAULO EMILIO ESCOBAR Cuando un pas como Colombia tiene dilatadas costas y fronteras que defender, los ferrocarriles le per- mitirn economizar un elevado pie de fuerza, y por con- siguiente gran cantidad de dinero. En efecto, en las costas hay muchos puntos de desembarco que, si en lugar de fortificarlos, gastando en ello millones de pe- sos se construyen, en cambio, lineas frreas litorales o costaneras, nuestro pequeo ejrcito podra acudir in- mediatamente al. punto amenazado, facilitndose as la defense active. Un ferrocarril de va ancha, desde la Guajira hasta Urab, que enlazara las ciudades ma- rtimas de Riohacha, Santamarta, Barranquilla, Car- tagena, Tol, etc.; y otro desde Jurad hasta Tuma- co, paralelos a nuestras costas del Atlntico y del Pacfico, respectivamente, seran lneas litorales idea- les para la defense national, aun cuando muy costo- sas. En el perodo de la movilizacin, o sea en el del paso del pie de paz al pie de guerra, los ferrocarri- les juegan un papel decisive por el rpido transport de reservistas y conscriptos que deben reunirse para elevar los efectivos. Esta operacin, que sin el auxi- lio de los ferrocarriles puede durar meses, con ellos se reduce a das solamente. Sirven tambin los ferrocarriles para establecer co- municacin rpida entire la capital del propio pas y el teatro de operaciones de guerra, lo que es una gran ventaja, desde lugo que el comandante en jefe del ejrcito dispondr de estas buenas lneas de opera- ciones, de comunicacin, de aprovisionamiento y de retirada, en. caso necesario. Trenes blindados dan protecci6n a las tropas en march. Podran hacerse otras consideraciones que se omi- ten en gracia de la brevedad. 420