GENERAL PAULO EMILIO ESCOBAR Sucesivamente continan figurando como contratistas Guiller- mo G. Boshell, en 1884; Luis Carlos Rico, como apoderado del conde de Goussencourt & Gaulmn, en 1886. (Este contrato, ya iniciada la transformacin poltica que convirti a los Estados Unidos de Colombia en repblica unitaria, mediante la sabia Constitucin de 1886, que ha resistido una prueba victoriosa de 40 aos). Enrique Corts & C.*, figure como contratista en 1890, ase- sorado por el ingeniero Abelardo Ramos; en 1892, el ingeniero ingls Willan Ridley, contrata en representacin de la casa Panchard, Mac Taggart & Lowlehei, de Londies, de ingrato re- cuerdo para el pas, por el funesto contrato de emprstito que repercute en Antioquia. En 1896 y 1897, contrata James Edward Buckley; en 1905 y 1906, bajo la presidencia de Reyes, vuelve a contratar Enrique Corts, esta vez como apoderado del ba- rn Schmatzer y Julio Patiflo; poco despus piden permiso al gobierno para traspasar el contrato a una compaa inglesa; el gobierno accede y nombra agent fiscal en Londres, para que lo represent en las negociaciones, a Domingo Esguerra (1907) Este fue el principio de una series de desastres y errors que el pas no ha acabado de pagar. La compaa denominada The Great Northerm Central Railway of Colombia Limited, de Lon- dres, hace su aparicin con funestas consecuencias: clandestine emisin de bonos; falsas leyendas en los mismos, en que se hace figurar abusivamente al gobierno de Colombia como ga- rantizador del valor e intereses de esos papeles; especulaciones monstruosas con los mismos bonos; engaos, onerosas obliga- ciones hipotecarias, emisiones ilcitas, etc., todo forma un c- mulo de actos, que asombran e indignan. El gobierno enva en 1909 a Londres y a Paris al ministry de hacienda, Camilo To- rres Elisechea, con instrucciones para liquidar el embrollo, que- dando estupefacto ante las cuentas que le presentaron. La manera como iba a ser explotada la Nacin por los con- cesionarios y 'la compaa se puso de manifiesto en las publi- caciones que por esa poca se hicieron por cuenta del gobier- no, en una de las cnales aparecen los 14 convenios que se haban pactado en Londies, con otras entidades, de cuya existencia real no haba constancia en el ministerio y que eran como apretados brazos de pulpo que trataban de extrangular al teso- ro pblico- (*). (*) A. Ortega.-Historia de los ferrodrriles 4i Colombia, tomo I, pg. 548.