GENERAL PAULO EMILIO ESCOBAR Aqu terminal la primera etapa de este ferrocarril; iba a principiar la segunda, la ms difcil sin duda, pues se trataba de escalar los Andes orientales, de San Joaquin a Facatativ, dejando a un lado los valles de. los ros Bogot y Apulo, para penetrar a la regin .de los montes, de suyo fragosos y deles- nables, en donde habla que resolver difciles problems de in- geniera. Entonces aparece un hombre superior, de voluntad de acero y de empuje irresistible; es el president Rafael Reyes, quien promote llegar con el ferrocarril a la cima de los Andes y lo couple, no sin tremenda lucha, despus -de una series de acci- dentes e incidents, en los que la nacin tiene que gastar mi- llones de pesos, para salir bien librada y obtener la propiedad del ferrocarril para el Estado. En los aos de 1905 y 1906, un batalln del ejrcito nacio- nal, de 1000 plazas, el 1.* de Artilleria, a rdenes del General Juan Francisco Urdaneta, estuvo trabajando en la region del Hospicio y La Esperanza, en donde removi al rededor de 29.000 metros cbicos de arcilla y roca, construy cerca de 5000 metros cbicos de terraplenes, muchas alcantarillas y pequeos. puentes. No hay, pues, que olvidar que nuestros sol- dados, al cambiar sus fusilgs y caones por las herramientas de zapa, contribuyeron con su esfuerzo a realizar la obra. En el ltimo ao citado (1906), puede decirse que se haban construido 100 kilmetros de ferrocarril, pero faltaba por ven- cer la empinada serrana de La Esperanza al Chuscal; este punto a 2730 metros de altura sobre el nivel de los mares. Entonces el gobierno quisp variar el rumbo de la lnea frrea, retrpcediendo para tomar otra vez la hoya del ro Bogot, por la region del Tequendama, para empalmar all con el ferroca- rril del Sur, tal cual lo aconsej anteriormente el eminente in- geniero. Enrique Morales, despus de concienzudos studios sobre el terreno. Evidentemente, esta va resultaba con menos pendiente que la de Anolaima y Cipacn, y con la ventaja de ser ms corta y encontrar terreno firme. Pero los ingleses re- preseptados por Odell no quisieron acceder a variar el trazado ya aprobado, por lo que hubo necesidad de construir obras como la del switch de La Esperanza, en donde los trees tie- nen que avanzar y en seguida retroceder para continuar su mar cha, por no ser possible en aquel quebrado terreno, el des- arrollo de minimas curvas ferroviarias. En 1907 el agente fiscal del gobierpo, en Londres, celebr un qyevo contract pon la compafna inglesa, en la que sta