ideal, como un espiritu de aroma, para cantar la reflexi6n secret de toda su existencia: es un poeta. Como 61 sumerge el coraz6n al fondo de las entrafias de la tierra, en lo hondo, para sentir elaborar la vida, para mirar el agua convertida en ligrimas o en savia, sustancias de minerales en las grandes ansias de ascender a las cumbres del ramaje o del ideal mis alto del linaje de los hombres: ese drbol es poeta. Sus rumors traducen con discreta sabiduria el alma de las cosas. Cuando llegan las horas silenciosas ese drbol vierte de sus propias manos aromas-pensamientos infrahumanos que por el aire didfano se extienden, y los series de entorno le comprenden. El alma del poeta es un follaje que canta en el silencio de un paisaje los secrets profundos del subsuelo, la voz del aire en cuyo ondeante velo prende el perfume del amor, la sombra de una angustia mortal que no se nombra, los ideales del hoy y del mafiana: su grande alma es toda el alma humana. Heredia. 8. Set. 1907.