TREGUA El basalto de la roca, contrastado por las olas, lanza un no, y altivo y duro, con sus manos como prismas, prende y rasga los corpifios verde-oscuros de las olas; pero luego, con furor, vuelven otras, o las mismas, a roer en las rodillas aceradas del basalto hasta hacer gemir la roca y abatirla desde lo alto. Menos fuerte y mns altivo que los prismas de la roca con las alas de albatr6s fatigado me he tendido sobre el pecho de la playa, donde el agua apenas toca, donde llegan solamente sus rumors o su olvido; cuando venga la pleamar, con-sus iras encendidas, volvere tranquilo al mar con las alas extendidas. S. ose. I. Oct. i9oo.