EL ARBOL HERIDO SCon alma de asceta se yergue vibrando sin hojas ni frutos el arbol escueto; en medio del parque solo 1l se levanta como una column several de un temple. Ni enreda, ni enflora en su tronco la rosa, ni vierte un aroma en t nitido vaso de luna y murmullos, de esencias y voces, que lleva la noche temblando en sus manos. Con hacha le hiere et sagaz jardinero y es sangre la savia que llora en la herida: el arbol se abate como alma en desgracia y empieza a sentir ,i amor de la vida. Un bilsamo de imbar la herida restafa, las ramas se visten sus trajes de bodas