Extiendeme la colcha, la colcha blanca; serd mi iltimo suefio y quiero morir amortajada para que nadie aje mi cuerpo ni siquiera con la luz de una mirada. Di a Luis, cuando me busque, que me dormi con la esperanza de volver a los treinta afios! Deja abierto el cristal de la ventana: quiero sentir ese jardin fragante sentado al borde de mi cama, como un amigo de la infancia que acerca a mis narices su pafiuelo empapado de recuerdos y de esencias de aquella alma. San Josl. 1902.