DEVOLUClON DE UN RIZO Estos cabellos tuyos, que te ofrendo, cuando del viejo cofre los saqud, quizas td no lo crees, yo los beset, td no lo crees, yo los bese gimiendo. El eco de tu voz lo estoy sintiendo temblar en este cuarto en que te am6. Y tu no los recuerdas ya-lo se- los dias que vivimos juntos, riendo. Decias que me amabas, con acento de verdad, elevando a Dios la palma de tu mano en serial de juramento. Sincero fud? Te acuerdas todavia? Para borrarlo de mi vida. mi alma besa este rizo de oro y te lo envia. Heredia, Oct. 1906