CIENTOS Y AIRRACIONES en formas exquisitas, de una delicadeza ideal. ;Con qu6 constancia y con qu6 tino y discre- ci6n eniprende la reconquista del ingrato esposo, auxiliada uinicamente por la fuerza de un niro de pocos meses i Con cudnta finura de ingenio va poniendo en acci6n los recur- sos mis discretos y simpdticos, para atraer aquella voluntad esquiva! i Con cunta dig- nidad, cudnta dulzura y cuanta gracia va ganando por grades casi imperceptibles la consideraci6n, el carifio, la gratitud, la admi- raci6n y el amor, el amor pleno y constant de aquel marido, sin pronunciar un reproche que le sirviera de obstdculo, sin una frase aspera que pudiera rozarle el amor propio, sin Ta mds leve ironia que pudiera dificultar en algo la uni6n definitive y sincere de los dos corazones!.... Las filtimas escenas eran deliciosamente idilicas, y un soplo de vida intense y sana daba a toda la acci6n un interns human, que vanamente se buscaria en los escondites, en las sorpresas, en las cajas de los truenos ni en otros convecionalismos aparatosos, empleados con demasiada. frecuencia por autores y tra- moyistas. Era una obra exquisite, de poesia delicada y.sutil, joya de admirable belleza para quien pudiera interpretarla con arte verdadero, y vivirla en escena con inspiraci6n creadora y genial. Representada por medianfas, hubiera pa- recido siempre... lo que habian dicho los di-