CUENTOS Y NALRACIONES ci6n de la pobre madre, que no comprendia c6mo el coraz6n de aquellos hombres no habia sentido, como el de ella, el encanto y la emo- ci6n delicadisima que producfa la simple lec- tura de aquella obra. Era, en efecto, una producci6n teatral de grandes bellezas. No podfa llamarse dra- ma, porque la acci6n carecia de pasajes vio- lentos y de luchas apasionadas y fatales. Para comedia al uso no tenia 'bastante element c6mico, y faltaban con frecuencia en ella el chiste agudo, la ironia sutil, el didlogo chispeante, el enredo y las peripe- cias risibles. Algo habia en ella de todo es- to; mas no en la proporci6n que suele exigir el gusto dominant. Pero en cambio iqud de- licado studio del coraz6n human y de sus mis nobles afectos! iCon cudnta naturali- dad y cuanta gracta se iba desarrollando aquella acci6n real de la vida intima, de ad- mirables cuadros de familiar, de escenas sen- 4tidisimas del hogar! Se titulaba El powder de la dulzura, y sus principles personajes eran marido y mujer; un matrimonio desigual por las costumbres de los c6nyuges. E1 era rico, de costumbres alegres y un tanto licenciosas. Frecuentaba la famosa acera de El Louvre; trasnochaba en especticulos y parrandas de dudoso gus- to; tenia queridas; conquistaba de vez en cuando tal cual estrella de teatro, para darse tono, y gastaba sin gran reparo el caudal