210 CUENTOS Y NARRACIONES madre con voz desfallecida, le entreg6 un legajo de papeles, y le dijo: Toma mi obra... Puse en ella toda mi alma... Queria dejarte un tesoro, pero no pude mis... Y espir6 sin agonia, como dicen que mueren los justos. ** Pasado algin tiempo, la madre del ma- logrado autor, fu4 con el manuscrito i casa de los directors de los teatros principles de la ciudad, y volvi6 desconsolada a su triste hogar. Uno de ellos le habia dicho que el principal defecto de la obra consistia en lo indeterminado de su g6nero, porque para drama le faltaban la exaltaci6n y el choque violent de las pasiones, y la catistrofe mor- tal; que para comedia no tenia bastante ma- licia en los didlogos ni en los apartes, ni bas- tante viveza en el juego escenico, y que no estaban bien preparados los efectos sensacio- nales A la terminaci6n de los actos. Otro de los directors senal6 como un defecto el escaso nfimero de los personajes en escena, la falta de vehemencia y 6nfasis en algunos pasajes de la obra, para que pudieran obtener aplausos en ellos los actors de buena voz, y se lament6 de que no ofreciese ocasi6n A la primera dama para ostentar trajes muy ele- gantes y suntuosos. Todos, en fin, convenian en que la obra no era,de lucimiento. Estas respuestas aumentaron la desola-