CUTENTOS Y NARRACIONES - Esta sera probablemente la mejor acci6n de mi vida. Aquel mismo dfa fu6 donde la madre y le pidi6 la mano de Luz. Al principio la buena sefora le crey6 algo loco; pero a todas las objeciones que ella le hacia contestaba 61: iYo la amo !... Y afiadi6: Usted puede estar segura de mi hon- radez en este asunto, y de la bondad de mis intenciones, puesto que soy rico y no quiero dote. Si cometo una locura, nadie podrA decir que fu6 por maleficencia. Pero 4acaso sabemos nosotros si es una locura? Insisti6 despu6s alegando ejemplos de cu- raciones increibles, y estuvo tan elocuente que hasta logr6 despertar un resto de espe- ranza en el coraz6n de la madre. En fin, dijo yo no soy un brutal, y mientras sea necesario tratar6 a vuestra hija como a una hermanita enferma. Seremos dos para amarla y para cuidar de ella lo me- jor que podamos; he ahi todo. Obtuvo, pues, el permiso para hacer la corte a Luz y para declararse. A las primeras palabras de amor que 61 le dijo, brill6 en los ojos de la joven un re- limpago de alegrfa. Pero, entonces, &no es del todo segu- ro que voy A morir? La prueba de que nada es menos se- guro, mi querida Luz, es que quiero que seas - 182