178 CUENTOS Y NARRACIONES tada sobre la arena, .6 bien olvidando sobre sus rodillas palidas acuarelas 6 medio pintar, en donde las velas de los buques semejaban flores, permanecfa inm6vil horas enteras, con la mirada .peirida en el horizonte.... Y Jacobo se decia: i. En que pensari esta muchacha que va a morir, y que acaso ella misma lo sepa ? Un dia en que Luz, con sus largas y palidas manecitas, hacfa una labor de crochet, entretegiendo hilos de seda blanca y azul, le dijo 1: Es muy lindo lo que haceis ahi, seflo- rita. Parece un adorno de mufieca. --Es una pequefla gorra--dijo Luz - para una amiga que se cas6 hace algunos meses, y que espera un beb6.... iEs muy dichosa! Al dia siguiente, sentada junto a su ma- dre, la enferma leia. La pAgina en que fija- ba los ojos debia interesarla much, pues por el movimiento de sus pestafias not6 Ja- cobo que Luz la releia varias veces. Luego qued6 pensativa y se olvid6 de volver la hoja. Jacobo pas6 entonces por detrds de la joven y, lanzando una ojeada sobre la pagina abierta (el libro era un tomo de la Leyenda de los siglos) pudo leer estos dos versos: