CUENTOS Y NARRACIONES ti dentraste, es decil, lleg6 la reina de Saba. Pero ya vivil no pueo en esta duda tirana. As6mate 4 la ventana y dame el si que deseo. Hazlo por el rey hebreo que hallndose en oraci6n le cogi6 de sopet6n la hermosa reina judia, (menos guapa que la mia) y le rob6 el coraz6n. Cuando la copla del tuno 4 su conclusion llegaba, oy6se un rumor muy leave, se abri6 un postigo en la tabla y asomaron unos ojos de andaluza borincana. -iQue Dios te bendiga, prenda! dijo el cantor en voz baja; mds en el instant mismo en que el gain asi hablaba, la puerta de la subida gir6 sobre sus visagras, dando paso 4 un hombre fosco, de actitud malhumorada, con el cabello en desorden, canosa y luenga la barba, y apoyado en un machete moruno de cinco cuartas. Encar6se con Fernando,