LtA SERE4ATA. Cuadvo de eosturnbres puertorriquefas. Eran las diez de la noche, y la hermosa luna llena- como un globo de alabastro que en olas de luz navega- daba claridad al cielo, penumbra dulce a la tierra, y ese misterioso encuentro, esa majestad serena con que impresionan el alma las noches puertorriquefas. Miles insects lanzaban a la vez notas diversas en confusion indecible y empefada competencia, celebrando de la noche la brisa apacible y fresca; y otros de fosf6reo brillo y con titilar de estrellas, atomos de luz con alas, corren, giran, saltan, vuelan, y en su diamantino enjambre animaban la maleza.