CUENTOS Y NARRACIONES 163 les encarnados y los habia prendido en sus cabellos negros. Se fueron los dos juntos a pasear 4 lo largo del Guadalquivir por entire los naranjos floridos de la Alameda. La primavera habia encendido no s6 qu6 llamas en los ojos de la Chata, y puede ser tambi4n que un tierno sentimiento contri- buyese 4 esa iluminaci6n. Cuando se hallaron en un recodo sombrio, formado por altos matorrales de mirtos en flor, la muchacha ech6 de pronto sus brazos al rededor del cuello de Morenito, y le dijo sencillamente, sin rebozo ni demostraci6n alguna de falsa vergiAenza: -iTe quiero! Y en tanto que las campanas repicaban alegremente para la fiesta de la Pascua, estas dos criaturas de quince aflos saboreaban su primer beso de amor.