CUENTOS Y NARRACIONES mente del cuarto, para dar libre curso a las manifestaciones del dolor.... Cuando la joven le dijo al medico que la lectura de los peri6dicos habia hecho dano al convaleciente, ech6 el doctor una breve ojeada al titulo de aquellos, examine con detenci6n al paciente y dijo, como dirigidn- dose a si mismo un reproche. iDebi preveerlo! Explic6 despu4s a la nifa por que aque- llos peri6dicos no eran los mas a prop6sito para la lectura del invilido; arranc6 una hoja de su cuaderno de recipes, en el que escribi6 el titulo de cuatro 6 cinco diaries, y se la entreg6 a la adolescent. Si vuelve a pedir peri6dicos anadi6 - puedes leerle los que en ese apunte se relacionan. La crisis que le han producido las lectures de hoy pasara pronto; pero no debe repetirse. La disposici6n de su animo y su estado general de convaleciente exigen precauciones muy cuidadosas. Por eso recetd ahora los peri6dicos que se le pueden leer sin peligro. Pudiera suceder -- objet6 Ang6lica - que despuds de leidos esos se empefie en co- nocer otros.... Me haras llamar ent6nces, y mientras llego distrielo cautelosamente. Tienes dul- zura y talent sobrados para conseguirlo sin violkncia ni desaz6n. Ademds los enfermos