CUENTOS Y NARRACIONES mismo con inquietud: i.En qu4 habr4 pe- cado? Por lo demds, no se desalentaba. La fuerza de lavocaci6n, la alteza de sus pro- p6sitos y la fe que tenia en la eficacia del periodismo docente, renovaban las energies de su voluntad estimulando sus generosos anhelos. Y estudi6 y forz6 sin regateos ni reparos egoistas sus potencias fisicas y sus facultades intelectuales en la generosa labor. Cuando mks empefnado se hallaba en es- ta lucha sin tregua, una enfermedad vino , privarle del sentido de la vista. Sus esfuer- zos en el studio incesante, el trabajo noc- turno con luz artificial imperfecta, la fatiga del pensamiento y de la vigilia fueron cau- sa de este repentino trastorno, que le llen6 de tristeza. Busc6, sin embargo, el medio de conti- nuar los trabajos de su profesi6n, dictando los articulos para el peri6dico. Al principio tuvo que hacer esfuerzos mentales para po- ner en relaci6n el trabajo del pensamiento propio con el de la mano ajena que lo exte- riorizaba; pero no tard6 iucho en irse habi- tuando a esta para 41 nueva forma de redac- ci6n. Su esposa y su hija le servian d me- nudo de amanuenses, sobre toda esta filtima, una graciosa adolescent, heredera de los en- tusiasmos y de la inteligencia de su padre, y dotada de asombrosas- disposiciones para servirle de auxiliary y de complement en