CUENTOS Y NARRACIONES aquel, en el enardecimiento del miedo, y en esta brega permanecieron algunos instantes, hasta que los gritos del muchacho se convir- tieron en estertor. Horrorizado al oirlo, el criminal sigui6 mirando en torno suyo con recelo, hasta con- vencerse de que nadie lo observaba. Despu6s alz6 en sus brazos al muchacho hasta la al- tura del brocal, y lo dej6 caer dentro del pozo. Entonces ocurri6 alli, segin dice la le- yenda, un suceso muy extraflo. Aquella hermosa gallina negra, que habia estimulado tanto la codicia de nuestro h6roe, sufri6 de pronto una espantosa transformaci6n. To- das sus plumas se alzaron hasta ponerse de punta como las espinas de un erizo; brillaban sus ojos con el rojizo fulgor de dos ascuas de fuego, y se lanz6 furiosa tras delcriminal, dando chillidos penetrantes y lastimeros. Rastrillo gan6 rApidamente la salida por una valla que habia en el extreme Sur del foso, y se perdi6 por entire los bohios de la Marina, aterrorizado y perseguido picotazos por aquella especie de arpia. En los archives judiciales no se encuen- tran noticias verdaderas de c6mo lleg6 a descubrirse este suceso criminal, pero la tra- dici6n, aficionada siempre A lo maravilloso, hace un relate estupendo para explicar el hallazgo del asesino. Seglin ella, desde aquel desventurado