CUENTOS Y NARRACIONES ci6n de salir, y una no ha de asomarse des- garbada y cochambrosa. iPues no faltaba mas! Ella era muy senorita, y no habia de presentarse en el balc6n & cada rato y de cualquier manera, nada mas que por darle gusto al nifo. iY poco change que se ponia 61 A veces, llevando detrds un tropel de estu- diantes, para que vieran que 11a le hacia caso!.... Pues, no, senor; decididamente aquello la encocoraba y la comprometia. Es- taba resuelta d no asomarse todas las veces que 61 silbara, aunque la costase un disgusto. Tambi6n habia tenido con 61 un altercado muy serio por lo del rizo. iEmpefado en que l11a habia de cortarse uno de la frente,. nada menos que de la frente!, para dArselo a 41! iY poco tono que se daria 41 despu6s con el rizo, a costa de 4lla.... No: su rizo estaba mejor sobre la frente donde habia nacido, que oliendo 6 tabaco en el bolsillo de Enri- que.... Se lo habia dicho ya, y lo cumplirfa. Con pelo de 11a no se iban 6 divertir los mu- chachos del Instituto. Lo que habia pasado con Nina era un horror. Le di6 a Pepito un mech6n de su pelo colorado, y por el color de 6ste la conoci6 al dia siguiente la clase en- tera. Ahora la pobre Nina se pasa llorando siempre, porque donde quiera que va le salen con la cantaleta de que tiene un novio al pelo.... iEl de 11a se le erizaba s61o de pen- sar que pudiera sucederle una cosa asi!"