ELl PRIMEIR IDILtIO. -iAh!, Juan, tengo que darte una no- ticia. -Di. -Que la nifla tiene novio. -Pero.... ,y Pascual? -No, si no hablo de Julia; es Luisita la... -D6jate de bromas, mujer. -Hablo con formalidad. -iPero si es una parvulita, un arra- piezo....! -No tanto, Juan. -Todavia no ha cumplido los diez afios. *k -Bien, pero ti sabes que ahora se vive de prisa, y se juega i eso en vez de otros juegos infantiles.... Y mira td, asi se en- tretienen bien y se sofocan menos que jugan- do 4 las cuatro esquinas y a la gallina ciega. Luego el novio no se propasa ni la molesta. Pasea por nuestra calle, se detiene delante de ese balc6n, silba de una manera conveni- da para que ella se some y le yea, saluda con un gracioso movimiento de cabeza, mira