CUENTOS Y NARRACIONES 69 icon quin? iHabia que ver eso con calma!.. La sobrina estaba maluca; no habia mas que verla: tenia los nervios desconcertados, so- ilaba disparates, y en aquella disposici6n no era cosa de salir por esos mundos A caza de de un novio para un remedio. Ni parecia si- quiera decente.... Una cosa era recetar y otra preparar la droga icanario! i Ya quisie- ra 41 ver al m6dico metido en esos belenes!.. Pero, en fin, Amalia era su sobrina, casi su hija; no tenia mas amparo que el suyo en el mundo, y 41 cumpliria su deber. Si el ma- trimonio era indispensable para la salud de la rapaza, se haria el casamiento, aunque 41 mismo tuviera que cazar el novio a tiros." Entre tanto la j6ven empeoraba. Al de- lirio de palabra habia seguido el de acci6n. Como huyendo de algo que la perseguia, se ocultaba en los rincones y escondites, se ras- gaba los vestidos, rompla los objetos fr.giles que hallaba a mano, sobre todo los que te- nfan algfin brillo; estropeaba los muebles, y * veces habia que sujetarla fuertemente para que no se escapara por las puertas 6 se lan- zara por las ventanas. No tardaron en se- guir a estos ataques algunos sintomas de perturbaci6n mental. Don Segundo entonces se mostr6 muy apenado, habl6 al medico con vivo interns, y parecfa dispuesto a hacer cuanto fuera nece- sario para devolver la salud a su sobrina. El nuevo giro que habia torado la enfermedad