CUENTOS Y NARRACIONES 61 ave, una plant, algo viviente, libre y puro en que emplear sus afectos, sus carifosos cuidados, algo que pudiera satisfacer de al- grn modo su anhelo infinite de abrazar y de querer.... Al cabo de algunos afos de penosa lucha en aquella situaci6n, tan contraria d las exi- gencias de su edad y d las inclinaciones de su naturaleza afectiva, la salud de Amalia empez6 quebrantarse visiblemente. Las personas que la asistian notaban en ella una variabilidad de humor, de la que no habia dado sefiales hasta entonces. Tan pronto se mostraba taciturna y silenciosa como vivara- cha y locuaz; tras de un acceso de c6lera se- guian en ella demostraciones extremadas de afabilidad y de ternura. Quedabase algunas veces como abstraida en una especie de som- nolencia y de modorra, y de pronto la domi- naba una viveza extrafa, y revelaba en sus .dichos y en sus ideas una extraordinaria lu- cidez. A veces se sentia dominada por un vago malestar 6 por una gran tristeza sin motive, que se trocaba de pronto en explo- si6n de alegria. Ella, que habia sido siempre dulce y su- misa, tenia entonces intermitencias de iras- cible, voluntariosa y aspera, llegando no po- cas veces 6 la protest y al.insulto. Haclase cada dia mis. notable en ella la exaltaci6n-de