CUENTOS Y NARRACIONES 53 jo de campesinos muy laboriosos, pero como l1 ignorantes de toda ciencia y sin noci6n bien clara del deber moral, toda su hombria de bien se fundaba en pagar con puntualidad lo que tomaba al fiado, en guardar la forma de la honradez exterior, practicar el culto externo de su religion, y ajustarse en su con- ducta priblica & los preceptos rudimentarios de la formalidad y del orden. Habia sido negrero con su hermano durante algunas ex- pediciones, sin darse cuenta exacta del aten- tado monstruoso que cometia. No dejaba de sentir cierto pesar confuso, cierta vaga re- probaci6n en sus horas de soledad y de repo- so; algin sedimento amargo quedaba en el fondo de su conciencia despues del infame alijo y de la despiadada explotaci6n; pero no llegaba nunca a comprender con verdadera claridad las proporciones de tal delito. "Aquello era triste, si, senior; su herma- no le habia metido en un negocio algo repug- ,nante, pero al fin la cosa no era para andar con grandes escripulos. Otros que tenian fama de buenos y hasta disfrutaban de alti- simos honors oficiales, hacian lo mismo, los absolvia el cura y dormian bien. &Era just que 41 s61o se entristeciera y desvelara? No insistiria en el trdfico; habia ya en la hacien- da dotaci6n sobrada para las faenas agrico- las y los trabajos dom4sticos, y no tenia ne- cesidad de comprometerse en nuevas aven- turas.. Luego aqu4l clima infernal, y las