CUENTOS Y NARRACIONES que formaban bellisimas gradaciones los re- flejos del sol agonizante. Hacia el Este des- collaba la poblaci6n alta, con su conjunto panoramico de ciudad oriental.... De pronto, y cuando mis absorto pare- cia Mito en la contemplaci6n de tanta belle- za, se nubl6 su vista y sinti6 en todo su cuerpo un escalofrio mortal. Acababa de distinguir a su padre, que le miraba y le hacia sefias energicas, destacando su angu- losa y alta silueta por entire las almenas de Casablanca. Volvi6 en si el joven estudiante, como si despertara bruscamente a la triste reali- dad despu6s de un agradable suefo. Sen- t6se sobre la pefa con los pi6s colgantes ha- cia el mar, dej6 caer por la espalda su som- brero de paja, sac6 del pecho el escapu- lario, lo bes6 carifosamente, y con el ademan de un nifo que se desliza sobre la falda de su madre, se dej6 caer Mito en el blando regazo del mar. Sobre el cuerpo del estu- diante al caer brill6, como acariciandole, un rojo destello del sol que tambi6n se sumer- gia; se agit6 abajo el agua, como si celebra- ra la llegada del nuevo hubsped, y adquiri6 luego la superficie su aspect habitual, ape- nas alterado por unas levels burbujas que subian desde el fondo, y por el escapulario que subfa lentamente tras de ellas, y que permaneci6 6 flote, como para sefialar alli el sitio de la catistrofe.