CUENTOS Y NARRACIONES la part Sur de la roca viva sobre la cual estA cimentado el Castillo del Morro. Aquel era el sitio predilecto adonde solia ir Mito en las tardes claras y apacibles, para admi- rar el grandiose espectaculo de la puesta del sol. Tiene la roca por aquella parte la for- ma de un muro casi vertical, y abajo el mar profundo, de un azul purisimo, forma entire ritmicas y suaves ondulaciones un gracioso remolino de espuma. Alli enfrente estaba el astro del dia, pr6ximo a ocultarse ya, y produciendo con su luz uno de esos maravi- llosos efectos decorativos tan frecuentes en las tardes puertorriquefas. Diriase que el sol moribundo, en esa hora supreme de la despedida, dejaba caer, como una bendici6n de padre sobre su hija predilecta, los mas bellos y magnificos tesoros de su lumbre. Mito le mir6 con asombro y tristeza. Por un contrast ir6nico de la suerte, le parecia mas bello que nunca aquel espectaculo que 41 habia contemplado tantas veces desde alli. El mar, que por aquella parte parecia un lago de oro en esplendorosa ebullici6n, iba perdiendo en grades imperceptibles sus to- nos luminosos por la parte de oriented, hasta llegar 6 un bello y puro color azul. Al otro lado la graciosa linea del literal bordeada de palmas, la cordillera lejana de suaves on- dulaciones, velada apenas por tenues gasas de vapor, y arriba el azul espl6ndido, en el