CUENTOS Y SARRACIONES no le entraban las Matem6ticas .... iNo le entra eso, lo litil, despu4s que le han entra- do los latines y toda esa balumba de histo- rias que da gusto oirle contar cuando le tiran de la lengua !... Pues le entraran las Ma- tematicas, si, le entraran, de seguro. iLe entraran, aunque tuviera que agujerearle la cabeza para met6rselas d martillazos. iCon 61 no jugaria mis su hijo, icaramba! iTodo aquello que alegaba Mito de falta de dispo- sici6n para el calculo era mauleria, vagancia 6 ingratitud!" Y al hablar asi se exaltaba de nuevo el anciano, y lloraba al fin y se abatia su inimo bajo la acci6n de una extrafia mezela de ira, resentimiento y amor paternal adulterado por el orgullo y la ambici6n. Sentia que se le iban a desvanecer sus ilusiones, que se le escapaba de entire las manos aquella inge- nieria de su hijo, que con tan vivo entusias- mo habia contado ya como segura. Entretanto, unos piadosos vecinos ha- bian llevado el estudiante 6 su casa, lleno de heridas y contusiones, y en un estado de ani- mo lastimoso. La madre al verlo lanz6 un grito de angustia y se desmay6. II. Cerca de un mes permaneci6 en cama el infortunado Mito, victim de una gran crisis nerviosa, y de un delirio febril. La madre realize verdaderos milagros: de actividad y