CUENTOS Y NARRACIONES 23 corazones rojos, bordados en una esquina. "Aquf en la Habana todo es caro. Las dos pesetas tuyas s6lo me sirvieron para mal comer el primer dia. Y como aqui no hay gangas, tuve que apencar al trabajo. Ms al- quil de sirviente en un bodeg6n, de donde no salgo nunca ni a sol ni a sombra, y traba- jo como un perro. Gano diez pesos mensua- 16s y creo que se me irAn todos sin lucimien- to. Aqui cualquier cosa cuesta un sentio. "Te mando un d4cimo de la loteria de aqui, que tiene buenos premios. OjalA que te cai- ga el gordo, que buena falta te hace. En- tonces me avisas y me vuelvo para all, por- que en teniendo uno dinero nadie le those. "Me acuerdo del pobre Mendoza, y me remuerde lo hecho. Creo que me excedi, pe- ro ustedes lloraban lamentandose, habia que hacer una hombrada para el respeto, y nadie podia hacerla en casa mAs que yo. Parece que tom6 demasiado en serio las lagrimas de Cristina, pero ya no hay remedio. Dios vera que obr6 con buena intenci6n. "Aqui los hombres. mas bullangueros del pais se van a la manigua, y los de mAs pa- ciencia trabajan en los muelles; pero yo ain no tengo talla para la guerra ni fuerza para la estiva. ;.Qui6res que me meta a i~dnigo? El cocinero del bodeg6n. lo es, y por eso ha- cemos un negocio atroz. Si yo me metiera, creo que haria plata; pero no quiero entrar en compromises sin conccer tu opinion.