DOCUMENTS LEGISLATIVOS


informar a la Representacin de aquellos que las infrinjan bajo la.
sombra del Poder. Entonces, Seores, los tribunales de justicia
iran de otro modo, los jueces no se creeran inaccesibles e inata-
cables, y la tranquilidad pblica adquirira ms estabilidad, y no
se crea que digo esto vaco de sentido. Lo digo porque s como
piensan muchos de nuestros jueces: ellos creen que pueden ad-
ministrar justicia a su antojo, dar sentencias como les parece, de
cualquier modo y sin ninguna responsabilidad; y es en gran parte
a esta conviccin que se debe nuestra muy mala administracin
de justicia. Sintese el principio que las Cmaras son hbiles y
tienen el derecho de investigar, examiner, censurar y reprimir la
conduct de cada Cmara de Justicia y pronto veremos resultados
ms felices y consoladores.
 Si cada Honorable Representante al trasladarse a la Sesin
legislative viene penetrado de las necesidades de sus Provincias,
de los abusos que se cometen en ella, i cun fcil no sera reme-
diar los males de que adolece la Repblica! y este Poder no es
imaginario ni ilusorio: l es real y verdadero, porque pertenece y
es inherente al ejercicio de la Soberana.
 No ignoro, Seores, que en el caso present milita la opinion
en contra de los principios que acabo de sentar, que las senten-
cias de la Suprema Corte de Justicia son irrevocables. He odo
pregonar y externar esta idea por algunas personas. S; sus fallos
son irrevocables cuando ellos estn fundados en la justicia y la
equidad; pero fuera de ah, yo no los consider bajo este punto
de vista sino como juicios de los hombres, imperfectos como ellos
mismos y slo consider irrevocables en su sentido los dictados
de la Providencia, porque ellos estn siempre fundados en la sa-
bidura.
 El SEOR DELMONTE: Me haba propuesto no hablar ms so-
bre la cuestin; pero al or a mi Honorable compaero insinuando
la idea de que se manifiestan sntomas de temor por parte de
algunos para abordar la cuestin, debo decir: que yo he aceptado
junto con el honroso ttulo de Tribuno de mi Patria, toda la res-
ponsabilidad inherente a ese destino; pero que no me hallo dis-