OONGRESO NATIONAL 1862 dito en el exterior, fomentar la riqueza y el progress de la asociacin, y empear en nuestra suerte a las naciones ms po- derosas y cultas del mundo. Y no obstante que el sufragio popular me design para regir los destinos de la Repblica, precisamente en aquellos moments en que despus de una agresin espantosa, cuando todava hu- meaban nuestras poblaciones incendiadas por el enemigo, ca- liente aun la sangre de las vctimas, se obraba en el Pueblo una reaccin terrible; no obstante que tom las riendas del Gobierno en medio de la exaltacin de las pasiones, y cuando la sociedad, vivos los enconos, y hasta sin crdito, se senta en inminente ries- go, sin necesidad de arbitrios rigurosos he mantenido el orden en lo interior, he defendido la Independencia aumentando el Te- soro pblico, conservando la integridad del territorio, y soste- nido el honor de las armas y la dignidad national. A los que nos sucedan en ms felices tiempos tocar presenciar mayores pro- gresos en el seno de la paz que solcitos procuramos para la Repblica. He dicho. El PRESIDENT DEL CONGRESS: Seor President: La Repre- sentacin Nacional experiment toda aquella satisfaccin y con fianza de que, tras das muy azarosos para la Patria, gozo con vuestro advenimiento al Poder; porque si grandioso es para los pueblos que se rigen por instituciones liberals el da en que tiene lugar la reunin de los Cuerpos Legislativos, much ms lo es aquel en que stos miran en su seno al Primer Magistrado de la Repblica, cumpliendo con el precepto constitutional de dar la cuenta circunstanciada de su administracin. S, Presidente, ste acto precioso; ste acatamiento al poder inmutable y prepo- tente de la voluntad national prueba de un modo inequvoco, que nuestros principios prevalecen; y el Congreso, cuya con- fianza poseis intacta, se complace infinitamente con la narra- cin que acabis de hacerle de vuestros actos, y admira el estado de mejoras, los sntomas de progress que revela la administracin pblica, atendida la situacin en que os pusisteis a su frente. No dudis que apreciando en su just valor las indicaciones que habis hecho sobre algunos particulares, el Congreso las II