JUAN LUIS MARTIN RARIGOS BLANCOS Regla DIBO EFO. De la tribu de los Adiab6s. Guanabacoa ENDIBO EFO. Igual que los Dib6 Efo, de Regla. No hemos querido hacer relaci6n en estas apuntaciones a las 85 po- tencias que existian en La Habana en 1881, y que recoge, de "La Voz de Cuba", el libro de Urrutia: "Trujillo y los Criminales de Cuba". Muchas de las potencias que alli se citan, subsisten todavia. Los nom- bres de algunas eran mis ficiles de investigar de acuerdo con la tradi- cion, pues no eran ni tantas las complicaciones de mestizaje, ni tantas, tampoco, las necesidades de multiplicar las determinantes para con- creicr los nombres. Hoy, en las "potencias", no estin inscriptos, como seria al principio, los nombres de los individuos que realmente pertene- cian a las tribus africanas cuya designaci6n habian adoptado, sino los que por casualidad, o razones de simpatia tocaban a los que intentaban ingresar en el fiafliguismo. Los aportes al conocimiento de la procedencia de los iniciados en aqullas sodedades, quizAs pueda suministrar luz para conocer las verdaderas tendencies de tales organismos, y las causes de hechos de sangre acontecidos en La Habana hace medio siglo, y que tuvieron acaso sus origenes en seculares luchas de campanario en tierras del Calabar. Queremos advertir, ademis, que la nomenclatura de las po- tencias responded a citas de las tradiciones iniciaticas. VII LOS PRIMEROS CANTONESES Despues de haber venido gran nfmero de "hakkas" y "fuk-lo" a Cuba, de la region de Amoy, debido a los problems internos creados por la guerra del opio y por las cuestiones surgidas alrededor de las actividades de la Gran Bretafia en la provincia de Kwangtung, foco de incesantes luchas contra el poder imperial, prodijose una crisis aun mis honda, en el orden econ6mico, impulsando a gran numero de personas a emigrar hacia las Filipinas, Australia, los Estados Unidos, Periu, Mexico y Cuba. La "Compafiia de Londres", que continuaba realizando el trifico, a pesar de haberse anulado sus privilegios de monopolio, contrat6 gran nfimero de agricultores chinos. No procedian la mayor parte de ellos de la ciudad de Kwong Chau ni de sus inmediaciones, sino del delta que forma el gran rio Cant6n con el Sai Kong, o "rio del Oeste", precisamente al poniente de la antigua ciudad. Los mejores braceros de la agriculture cubana salieron de esa region, habitada por elements que, procedentes de una zona en que la tierra esti muy repartida, sabian explotar intensivamente el suelo. De los primeros en venir se encontraban los habitantes del distrito de Kau-Kong, o de los "Nueve Rios", cuyo centro principal se encuen-