JUAN LUIS MARTIN favorable a ese comercio. Quizis los llamados araris no fueran sino los "Aro" de los censos ingleses de Nigrica. En el recodo formado por el rio de la Cruz, al norte de Obabura, en el interior del pais situado al Septentri6n de Nueva Calabar, hay una "Arraraha" que registra Partridge, en "Cross River Natives", con otra Ahaha tambi6n de los Aro, o Arum, enemigos de los Eshumpun. Los danes de los Aro (Ibos) que figuran en la obra del mismo Par- tridge, son: Ahaha, Akurubana, Arraraha, Eferebpi, Essobu, Niajaa, tambi6n llamada Avonum, Obidem, capital de la tribu, Odeniga, Afun Akpan, Ofun Bonga, Ogana, Okokomo, Osuku, Ovaveni, Owodoga y Owujuga. Los araris registrados en Cuba eran los calificados de "agic6n", "cue- vano", "migico", "nejeve" y "sabalu", en documents oficiales. Pudieran darse las correspondencias de los "agic6n" con los "Jukun", que son un pueblo cuyo "habitat" se encuentra mis al Norte; de los "cuevanos" con los "ovaveni"; de los "nejeve" con los "niajaa"; de los "magino" con los "odeniga"; y de los "sabalu" con los "essobu". Hemos leido en al- guna parte que existian "carabalies araris" y "lucumies araris". En nuestros tiempos, en que todavia se mantienen con relative vigor, mis por inmoralidad y corrupci6n de la political el uso, que por otras causes, las potencias de los fiifiigos, no podemos ahora incurrir en los errors de interpretaci6n de hace un siglo y menos todavia suponer, como hicieron algunos, que remedaban a los masones, creando una suerte de masoneria negra, de la que tomaron algunos puntos del ritual, mez- clindolos con los propios. Sus logias, lamadas boc6 o loc6, se integra- ban en una suerte de grandes logias, por prolificaci6n de las sociedades matrices, apellidadas potencias, como las mas6nicas; pero rehuian llamar templos a los puntos en que se efectuaban sus pricticas, prefiriendo lamarlos butamu o cuarto fambd, o paraje del fondo del rio. Pero aunque el fiafiiguismo, en sus calidades todas, es un fen6meno de la vida colo- nial, tiene sus germenes y estimulos en Africa -y, para Cuba, en una region bien determinada de Africa. Tanto esto es asi que vemos que s61o en las provincias a donde Ilegaron esclavos de esas ireas floreci6 el fia- liguismo, que ha tenido, a traves de un siglo y tantos afios de conocido en Cuba, una existencia accidentada, como agrupaci6n de defense de esclavos, como grupo filantr6pico de libertos, acaso como secci6n de afinidad con las entidades abolicionistas que tal vez introdujeran sus agents agentss de las sociedades africanas) en la colonia, en un tiempo como camorra destinada a sujetar a los esclavos al yugo por la coerci6n de los juegos secrets y en otro como organizaci6n o hermandad cri- minal, hasta terminar siendo un instrument de la political caudillera. Alterindose ripidamente, en una descomposici6n que dura mis de un siglo, la lengua africana que les servia de comunicaci6n a los afilia- dos, se desintegra no sin antes dar ingreso en el parla criminosa a vocablos muy suyos, del mismo modo que en Espafia los gitanos impregnaron con su lenguaje el idioma national. Esta lengua corriente, de la vida cotidiana, no era igual al idioma ritual, un poco mis anticuado -ya anticuado en la misma Africa y que era, alli en la tierra de Efik, un lenguaje secret, uno de tantos, porque todas las sociedades secrets africanas, o de otra procedencia, poseen, como se sabe, una lengua "sagrada".