JUAN LUIS MARTIN poder, bellas candelillas que alumbran mi reposo, dejame descansar en mi suefio". Otro, similar, a la virgen de la Caridad, lRamada aqui Odo, rio, en una variedad de Ochtin, tiene la siguiente lectura: Odo ifa-fad Odo iso-ld. Odo ifa-faat Odo iso-le. Que tiene esta version: "Virgen de la Caridad, madre de las candelillas, de las almas en pena, dejame estar a tu lado, a tu lado, Virgen de la Caridad". Como exorcismo del brujo actuante en la oraculizaci6n tenemos este orro: Echu-6 eleguard-i eleguarad- mo fori ba-ld eleguard-e. O sea: "Que tome su fuerza el brujo, que tome su fuerza yo, para ver, su fuerza si". Como canci6n mortuoria hay otra no menos interesante: Baba fururu ere, ere-d, baba cafene, eribd, elerisa, oba ti-basao, o-batilbao. Oluwa yeye, e-yegua ra-laro, lene-ka. Es el lament que se traduciria asi: "Padre, cuanto temo, cuanto temo, miedo, miedo, miedo de los difuntos. Amigos estoy triste... Habla, amigo, habla, habla, habla... Senior, que me oyes... dame el poder de consolarme de mis muertos". La gran musicalidad del yoruba, con sus tonalidades silibicas, que obligan a la harmonia como regla fundamental, ha permitido la conser- vaci6n de estas expresiones con su entonaci6n, en valores que no han sufrido gran desgaste a pesar de la atrici6n y la usura del tiempo. Hablando de la eufonia vocilica del yoruba, el obispo Vidal sefala las transformaciones de las vocales, la extraordinaria facilidad para soldar voces monosilibicas y de transformar expresiones enteras, bajo el influjo de lo musical. El fen6meno, si no es unico, es, en verdad, uno de los mis interesantes de la lingiistica africana. En tesis general, se puede decir que el yoruba ejerci6 atracci6n sobre