FACTORS ALOGENOS DE LA POBLACION CUBANA naciones. No hacia falta a Europa conocer los hechos de la historic de la India y menos ain los de Cnina para interpreter las suyas; y red- procamente. Eran subcontinentes que habian vivido apartados, apar- tados por las tremendas barreras geogrificas, fundando dentro de sus propios limits, con los recursos umversales del hombre, sus civiliza- ciones propias, que Ilegarian a dar los mismos products, por otros factores, o por factors aparentemente otros, si se desconocia la univer- salidad del hombre. Sin embargo, en sus products sociales se distingue daramente la calidad de las especulaciones. En Asia, el hombre ampli6 los limits de la metafisica; en Europa y la porci6n asiitica mis rela- cionada con ella, la filosofia natural. En sus contornos, el continent asiitico se ofrece como un gigantesco triingulo is6sceles, con base en el norte y virtice en la peninsula del Decan, con una orla de islas al Oriente y una cadena que arranca del sudeste, dividida, mis bien por la biogeografia, que por otra soluci6n de continuidad del mundo austral, en la linea de Wallace, fijada en los estrechos de Bali y Macasar. Es rasgo caracteristico suyo, a causa pre- cisamente de esas cadenas insulares, el numero de mediterrineos que present. En cuanto al relieve interior, dos terceras parties ocupan las mesetas, que corren sucesivamente desde el Oeste, el punto mas extreme, hasta el Este, interrumpidas por cadenas montafiosas, en las cuales se alzan las cumbres mis elevadas del planet. El nudo de todos los sistemas mon- tafiosos asiAticos puede decirse que esti en el Hindokush. Al oriented de esta cordillera, y despu6s de la meseta de Pamir, se abre la violent hondonada que se prolonga en el Gobi y que bifurca las montafias, lanzando una rama al punto mis oriental del Continente y otra hacia el mediodia y el este, en busca de la costa. Tenemos asi la gran Ilanura siberiana, inmensa, que bordea toda la costa norte del Continente; la llanura de China; las Ilanuras de la India, que comprenden las regions mis pobladas; la hist6rica llanura de la Mesopotamia; y luego, la meseta de Mongolia, el Tibet, el Pamir, el Irin, el Decin, la de Anatolia, que se liquid en las ondulaciones de Armenia y el Kurdistan, que es acaso la continuaci6n del Ciucaso. Es notable, en cuanto a sus rios, ademis de las grandes corrientes que desembocan en el mar y junto a cuyas mirgenes han surgido las civii- zaciones, el n6mero de las que desaguan en los grandes mares interiores, como el Caspio, el Aral, el Hamin, el Baikal y el Balkasch, el mar Muerto y el mar de Tiberiades, asi como otros menos importantes. Las elevadas cordilleras, mis altas que hasta los limits de las posi- bilidades de la vida humana, no han tolerado los contacts inmediatos de grandes masas, ocurriendo algo bien distinto de lo que ha sucedido en Europa, en donde, los pasos de la montafia, aun en las mis accidcn- tados territories, han permitido la comunicaci6n constant y ficil, si la comparamos con las de Asia. Tampoco han existido ni las formidable mesetas ni los desiertos ni las areas de escasos medios de alimentaci6n, que han dado perdurabilidad al nomadismo, en Europa, como en Asia. En algunas regions, bajo el influjo del ambiente geogrifico, en todos