JUAN LUIS MARTIN El Continente Asiatico se ofrece a la imaginaci6n popular como la porci6n de la Tierra en que habitat una gente estitica, dada a la especu- laci6n filos6fica y la meditaci6n, contemplative, hibil en la agriculture, entregada al patrarcalismo como regimen social y de gobierno. Pero esta noci6n generalizante se restringe y encoge en cuanto se piensa en el Jap6n industrializado, en la Arabia multiple en sus expresiones de cvi- lizaci6n; y en la Siberia, que no se represent mis que como una inmensa extension helada. O en cuanto se ahonda en lo que en si es China, o lo que contiene la extension de la India. El semblante de la civilizaci6n en Asia esta configurado por la geo- grafia. Las diferencias que respect a Europa existen, tan claras, han sido marcadas por el ambito geogrifico. En Europa, no hay montafias impasables; no hay desiertos imponentes; no hay tales hondonadas, como las que hallamos en el Continente Asiitico; no hay esa variedad de rios; no hay esa riqueza de mesetas ni esas estepas interminables que en- contramos en Asia. Las cordilleras mas altas del planet cierran la inter- comunicaci6n entire las porciones del continent; las invasiones no han podido realizarse con la facilidad con que se han producido en Europa; la mezca de los pueblos y de las razas que en pocos siglos relativamente se ha efectuado en Occidente ha sido much mas lenta en Asia Central y Oriental; y cuando se ha producido el mestizaje ha conservado un ca- ricter muy suyo, tan exclusive, que han sido menester extensos studios, analisis muy cuidadosos, para descubrir los ingredients. Los ciclos hist6ricos, por esto, se encuentran bien determinados en la geografia etnografica, en la noci6n geopolitica. Y asi tenemos una zona de con- tactos geograficos con Occidente, que es, a la vez, una zona de contacts hist6ricos y etnicos; una region donde domina el nomadismo turco y mongol; otra en que prevalece el element persa, con caracteres propios; otra, que es la multiplicidad de la India; un area de transici6n, en los paises indochinos; otra, con todo cuanto China represent. Y despues las islas, en donde se mezdan la civilizaci6n y la barbarie, o en donde ha surgido, artificiosamente, el industrialismo. A travys de este mundo, se han tendido la ruta del te y de la seda, los caminos de la porcelana, los itineraries de los artifices del marfil; y tambi6n, los senderos por donde han marchado los fundadores de las grandes religiones. El eje de esos movimientos, la zona de trinsito de las migraciones de pueblos, esta en Asia Central, verdadera encrucijada de las civilizadones, que esta llamada a ser, quiza en un porvenir mas cercano de los que se piensa, scenario de una transformaci6n hist6rica, que ya se viene apun- tando. Algunos ge6grafos han llegado induso a fijar la linea de este transito: los 40 grades de latitud norte, como divisoria capital, hist6rica y geografica, en la vida de Asia. Puede decirse, por esto, que el continent asiatico esta dividido en va- rios subcontinentes, entire los que tienen una personalidad generica la India y China, que han desarrollado tipos propios de civilizaci6n, en- cerrados por sus montafias, envueltos por sus rios imponentes. En me- mentos, parecen mundos distintos. Hasta ciertos periods de la his- toria, era possible describir aisladamente el desarrollo hist6rico de esas