128 COLECa6N HIST6BICA CUBANA Y AMERICANA BANDERA DE MACEO EN LA GUERRA DE LOS DIEZ A~OS Veterano de la Guerra de los Diez Afios, a la que se incorpor6 el 12 de octubre de 1868, Antonio Maceo aprendi6 a pelear, pleando, y desde el pesto mis humilde, de soldado, lleg6 al mas alto, de general, por sus mbritos de valiente entire los valientes y de consu- mado estratega. Subalterno de Mfximo G6mez y Calixto Garcia en las campailas de Oriente y Camagiiey, del 68 al 76, termin6 la Guerra Grande con igual grado military que esos dos insignes caudillos. Al salir de los campos de Cuba, despuis de la protest de Baragui, en mayo de 1878, su hoja de servido ostentaba 800 acciones de guerra, 22 cicatrices en su cuerpo, el diploma de Mayor General y i33 afios de edad! En la Guerra del 95, desde el 19 de abril de ese afio en que desembarca en Duaba, a bordo de la goleta cuyo nombre --Honor- era un simbolo perfect de la vida y el caracter de Maceo, hasta el 7 de diciembre de 1896, en que muri6 en San Pedro, ditigi6 119 acciones de guerra. Antonio Maceo, en nuestra historic, es el combatiente por exce- lencia, el mis grande caudillo nacdo en tierra cubana. Poseia en grado superlative estas revelantes cualidades, tan necesarias en los hombres que se convierten en directors de nobles empresas propi- datorias del bienestar y mejoramiento de su pueblo o de la huma- nidad: ripida decision, firmeza y perseverania inextinguibles, fe inquebrantable. Cuando los demis flaquean y pierden las esperanzas en la viabilidad de la Revoluci6n, Maceo conserve inalterable su creenda en ella. Y puede afirmarse que, por Maceo, la Revoluci6n del 95 fue la continuaac6n de la del 68; continuidad de ideales y prop6si- tos emancipadores, que Maceo se encarg6 de demostrar y mantener desde que, en los Mangos de Baragua levant su protest contra el Pacto del Zanj6n, e hizo p.blico su fime prop6sito, confirmado una y otra vez, de continuar la guerra hasta que Cuba lograse su libertad y su independence. El general Jos6 Mir6, espafiol de nacimiento, jefe de despacho de Maceo y el mejor cronista de todas sus campaias. nos ha dejado este retrato moral del lugarteniente general del Eicrdto Libertador: "Maceo era la antithesis de todo lo feroz y estrafalario: su caracter era abierto, franco, liberal... creia en la bondad de los demis, mientras el hecho palpable de la alevosia no demostrara lo contrario. El alma noble del guerrero no daba paso a ninghn aviso de la inme- diata defecci6n, mientras la deslealtad no se hiciera evidente... Le repugnaba la sangre que no fuese vertida en el campo de batalla. En su coraz6n magnnimo no tenian acceso las hecatombes reali- zadas a sangre fria". Hechos reiterados demuestran esa nobleza y, generosidad de Maceo para con sus enemigos, cuando calan prisioneros de sus tropas, asi como su inflexibilidad con los que matratabad a los prisioneros. El mismo Weyler, en Mi mando en Cuba, ponder esa nobleza de