120 COLECc16N HIST6RICA CUBANA Y AMEICANA Al dia siguiente de proclamarse la Repfblica y set izada la ban- dera de Narciso L6pez -confirmada como bandera de la Revoluci6n Libertadora en la Asamblea de Guaimaro- en el Palacio Presiden- cial, El Morro y demis fortalezas y, edificios pfblicos; la Cimara de Representantes tom6 el acuerdo de considerar "vigente para siempre el honroso acuerdo de la Constituyente de Guaimaro", respect a la Bandera de C&spedes e "inquiir, con la respectable viuda del heroe de Yara, d6nde se encuentra dicha hist6rica ensefia, para dar cum- plimiento al referido acuerdo, y en caso de no obtenerse la primi- tiva bandera, que se haga una idintica, y que cuanto antes, como cuesti6n previa, se ponga en prictica esta resoluci6n", lo que aqulla acogi6 con el mayor agrado, fijindose, de conformidad con la Mesa de la Cimara, el 4 de julio de 1902, .para la entrega de la bandera; lo que se realize en solemnisimo acto, en el gran sal6n alto del Hotel Pasaje, done se hospedaban la viuda de Cespedes y su hijo Carlos Manuel, con la asistencia de supervivientes de la contienda del 68 y revolucionarios de la del 95, levanthndose acta de dicho acto, que firmaron: Ana de Quesada, viuda de Cespedes, Carlos Manuel de Cispedes, Salvador Cisneros Betancourt, Alejandro Neya, Manuel Sanguily, Jos6 Maria Izaguirre, Jose Lacret Morlot, Pedro Martinez Rojas, Pelayo Garcia, Fernando Figueredo, Faustino Sirvin, Antonio Gonzalo Prez y Manuel Gutierrez Quir6s; y dando fe el notario Adolfo Nufio y Steegers de la firma del acta y conocimiento de los firmantes. En la misma se hace constar que la banders quc entregaba la viuda de Cespedes, era la que este le habia enviado en la forma ya narrada, o sea, la misma que por 61 creada y, confeccionada por Candelaria Acosta, enarbol6 en La Demajagua el 10 de octubre de 1868. Cs- pedles y de Quesada, en su libro citado, dice que cuando se ley6 el acts, no puso gran atenci6n, "estimando que no contendria errors ni diria ni mas ni menos de lo que habia pasado"; pero que, posterior- mente, descubri6 algunos errors, como so "primera", po su "se- gunda" esposa, y que "una pequeia parte de su redaccion se presta a err6neas interpretaciones de la carta de Cespedes". Desp us de enviirsele a la viuda de Cespedes, expresivo mensaje de profundaa satisfacci6n e inmenso agradecimiento pot la cesi6n generosa que ha hecho a esta Camara de la bandera de La Dema. aguaa, esta fue colocada en el Sal6n de Sesiones, donde se conserve actualmente. Transcurrieron los aios sin que se suscitara problema, incident o discusi6n sobre la autenticidad de dicha bandera, de que fuese o no esta, la misma alzada por Cespedes en La Demajague, el 10 de octubre de 1868, hasta que con motive de las gestiones que realize en 1928 el embajador de Cuba en Espaia, doctor Mario Garcia Kohly, cerca del jefe del Gobierno de aquella naci6n, general Miguel Primo de Rivera, para la devoluci6n a nuestra patria de cincuenta y una reliquias de nuestras guerras de independencia que, como trofeos, se