BANDERAS OPICALES Y REVOLUCIONA5IAS DE CUBA residencia en otras poblaciones, par evitar la persecui6n y 6rdenes de prisi6n que contra ellos fuminaron las autoridades espaiiolas, hasta que se aminor6 la exaltaci6n revolucionaria. La injusta condena de Perbcho Figueredo -abogado, hacendado, poeta, mUsico, caricaturista y fervoroso patriota- por el alcalde mayor, o sea juez de primer instancia, doctor Ger6nimo Suarez Ponte, y la intervenci6n que en la misma tuvo -aunque para suavizar la pena impuesta, logrando reducirla de dos a un afio de prisi6n, en su propio domicilio- el fiscal y patriot no menos intachable, Fran- cisco Maceo Osorio, produjo la enconada enemistad del primero con este iltimo, hasta que los masones, amigos de ambos, lograron que con an estrecho abrazo reverdeciera la rota amistad, calorizada ahora por la preocupaci6n ue uno y otro sentian por los futures destines de so cudad y su pais y la necesidad de orientar a la ardorosa ju- ventud bayamesa. Y cuenta Fernando Figueredo, que una tarde comentaban Perucho y Pancho los choques ocurridos en el verano de 1867 entire los pai- sanos criollos y los militares peninsulares. Perucbo se qued6 pensativo breves instantes, siendo interrumpido en so meditaci6n por Pamcho Maceo: "--En que piensas?" "-Pienso -le replica Perucbo- en esta juventud que nos rodea, ea tanta savia y en tanta fuerza, como corre por el Arbol de su vida; pienso en que pudikramos hacer algo bueno, algo grande con tales elements y en benefiio de nuestra sociedad y de nuestra patria, pudiaramos emplear su vigor y su potenca..." Maceo Osorio no le dej6 terminar, y exclam6: "-jVamos a conspirar...! ;Vamos a lanzar a Cuba a una Revo- luci6n!" "-Si -le dijo Figueredo-. Vamos a lanzar a Cuba a una Re- voluci6n! ;Rompamos de una vez y para siempre con este estado ignominioso, que nos mantiene abyectos como services esdavos, a los pies del tirano! Avisa a Pancho Vicente Aguilera y reunimonos los tres esta noche en mi casa!" Fed asi cdmo comenz6 la conspiraci6n bayamesa, preparatoria de la Gran Guerra Libertadora de los Treinta Afos. Como dice el historiador Jose Maceo Verdecia en su interesanti- sima obra Bayamo. Manzanillo, 1936, 2 t., "en todo movimiento co- lectivo que se produzca tiene que haber una inteligencia directora... esm inteligenda fu Francisco Vicente Aguilera". Aguilera, sencillo, austere, dem6crata, de relevant significaci6n social y poseedor de cuantiosos bienes, discipulo de Jose Silverio Jorrin y Jose Antonio Saco, es el verdadero miciador de lo que despuis conoceria la his- toria con los nombres de Guerra de los Diez Aos, Revolucidn del 68, la Guerra Grande e impropiamente, Revoluaidn de Yar. Agui- lera, unido a sus amigos Maceo Osorio y Figueredo, para mejor encauzar sus labores separatists, fund la logia mas6nica Redescin,