BANDIMA OIICIALES Y REVOLUCIONARIAS DR CUBA mis manos los informes de nuestro C6nsul sobre el particular, le envi6 el despacho de que acompafio copia, de 9 del corriente mes, por el coal vera usted c6mo le recomiendo ser muy cauto en ss palabras y sus hechos para evitar que se tenga la menor sospecha contra 61, de que en modo alguno alentaba a los cubanos a levan- tarse contra Espafia. Conocieno el ardiente deseo de los cabanos a anexarse a nuestra Uni6n, agregue que no era dificil predecir que una insurrecci6n malograda servida 6nicamente para lograr, si no hacer del todo impossible, aquella ansiada soluci6n. Puede used ver, por lo tanto, con counta escrupulosa fidelidad hemos lienado nues- tros deberes de neutralidad y amistad hacia Espafia. Deseamos con toda sinceridad que no se intent en Cuba ningun levantamiento. Pero si pot de ada ocurriese algno, no serm porque el gobieno de los Estados Unidos haya dejado de cumplir fielmente sus deberes para con una potenia amiga". Sin hacer mella en el inimo de Narciso L6pez en s fervoroso entusiasmo por lograr la independencia de Cuba, ni sus anteriores fracasos, ni esa repulsa del Gobierno de los Estados Unidos a sus trabajos revolucionarios, organize en la Isla Redonda, en agosto de 1849 otra nueva expedci6n, que esperaba contase con la cooperaci6n del goberador del Estado de Mississipi, mayor general John A. Quitman, simpatizador entnsiasta de los patriotas cubanos y con quien se entrevist6, en uni6n de Ambrosio JosE GonzIez: "-Le hemos demostrado la crueldad y abuso de los goberantes coloniales a las mismas puertas de on pals libre como son los Estados Unidos. Aqui tiene ousted los despachos de todos los pueblos de la Isla demostrativos de que el plan esti maduro. S61o falta que used consienta en ponerse al free de la Revoluci6n y cooducirla a la victoria". Quitman, despoEs de pensarlo y discutir los diversos aspects que se le habian planteado, les contest: "-Reconoco la justiida de Cuba y el derecho que tiene a pedir auxilio; pero es necesario que de ella misma part el movimnieo insurrecional. Estoy dispuesto. cuando ese event lege, a hacer dimisibn de i carg de Goberndor, una bor des de saberlo, y a aceptar las responsabilidades que ustedes me ofrecen'. Pero antes de que esto ocurriese, ech6 por tierra todos los costosos trabajs revoluconarios de L6pez, el nuevo president de los Estados Unidos, Zachary Taylor, con l aa por ma firmada y refrendada por so secretario de Estado John M. Clayton, en 11 de agosto de ese aio, en la que se condena dicho proyecto calificindolo de "cri- minal en alto grado", advirriendole a aqellos ciudadanos de la Uni6n participants en esa empresa que "quedarin pot ello sojetos a las several penas que para estos casos determinan auestras propias leyes, dictadas por nestro propio Congreso, y perden ademas todo derecho a la protecci6n de ns pais", aregando: "Las referidas per- sonas no podran esperar que este gobieo intervenga, en ningun