NARCISO LOPEZ CREA LA BANDERA REVOLUCIONARIA Y NATIONAL CUBANA Si las banderas concebidas por Narciso L6pez para que sirvieran de ensefas revolucionarias a las primeras conspiraciones sepaat por el fraguadas, corrieron la suerte de stas: quedar edudas a nobilisimos, pero ut6picos proyectos, y que ningna de ellas pudiera legar a ser enarbolada en tierra cubana, tvo en cambio esa gloria la bandera que el preclaro revolucionario, apstol, propagandista y mhrtir de nuestras libertades ide6, posiblemente, el afio 1849. Diversas son las versions, casi todas fantsicas, que ban legado basta nosotros sobre el moment, lugar y personas que intervinieron en la creaci6n de la que habria de ser la sagrada enseia de noestras luchas libertadoras, y, entire ellas, de la Gran Guara de los Treinta Aiios, asi como de la Rep6blica de Cuba. Existen dos documents, debidos a la pluma del gran revolucio- nario y novelist cubano Cirilo Villaverde, que pueden conducinos a la verdad hist6rica sobre el origen de nuestra bandera national Es el primero, ia pgina --3, vuelta- manuscrita de la libreta que contiene la Reseda biografica del general Narcis Ldpez, pot Cirilo Villaverde, en poder del miximn bi6grafo de L6pez: Hermnio Portell VilA; pagina que falit6 a Enrique Gay-Calb6 par so trabajo La Bandera, el escudo y el bimno, pubicade en 1945, que este repro- dujo en el ap6ndice del mismo. Afirma Villaverde que "La Bandera de Cuba la invent el gene- rl Narciso L6pez en 1849, viviendo en el nfmero 39 calle Howard, cerca de Broadway, en casa de Mrs. Levis". Agrega Villaverde que, aunque L6pez "para construir la bandera cubana, sin duda que tuvo muy present la de los Estados Unidos", logr6 que su concepci6n fuese "sn dispute mis bella y de mis signi- ficancia". &Por que? "Porque sobre la pureza o la virtud epubli- cana, que esti indicada pot el campo blanco tendi tres zones azules, las cuales al mismo tiempo que marcan los tres departamentos en que estaba entonces dividida la Isla, revelaban las elevadas o celes- tiales aspiraciones de los patriots, sus hijos predilectos, y uno y otras apoyadas en el triangulo rojo, que a tiempo que por su color repre-