80 COLECCI6N HIST6RICA CUBANA Y AMERICANA moral y corrompida de la otra, patentizados esos doubles vicious, con la clausura escandalosa de las Cortes contra los diputados de Cuba y Puerto Rico, desde entonces jutr en lo profundo de mi alma con- sagrar el resto de mis dias a la humana y patri6tica empresa de arrancar entrambas islas de las garras de su no menos despiadada que voraz madrastra". S61o faltaba a L6pez la oportunidad para cumplir ese juramento. Y esta se la dieron los propios espaiioles, en la persona del nuevo gobernador de Cuba, Leopoldo O'Donnell, quien al llegar a La Habana en marzo de 1843, le oblig6 a abandonar la militia, despo- jandolo de los altos cargos que habia alcanzado. "Asi paga el diablo a quien bien le sirve". Come dice Castellanos (p. 132), "es indudable que en esta cesantia radical la producci6n de la chispa. El terreno estaba abonado y s61o faltaba un toque de injusticia". Ya en la vida civil, L6pez no s61o volveri por complete las es- paldas a Espaia, sino que se convertira en su mas enconado e irre- ductible enemigo, en su tenaz aunque infructuoso prop6sito de abatir el poderio espafiol en Cuba. Complicado antes en la Conspiraci6n de la Cadesa Triangular y Soles de la Libertad, ahora participa en la de La MAin de la Rosa Cubana, con Francisco Diaz de Villegas e Isidoro Armenteros, que debia estallar, primero el 24 de junio y despues el 10 de julio de 1848, la que fracas por la delaci6n de un ttaidor. L6pez prdo escapar a tiempo, gracias a su maestria en la silla, en spectacular carrera, desde Trinidad hasta Matanzas, con breve escala en Cirdenas, donde comi6 con el gobernador Jose Falgueras en la Cas de Gobierno, sin que 6ste sospechara las verdaderas razones de su viaje. En Ma- tanzas embarc6 para los Estados Unidos, condenindosele en 1849, en rebeldia, a muerte por fusilamiento. * En Norteamerica y en el circulo de los conspirdores cubanos tiene ocasi6n L6pez de conocer a fondo las grades divergencias que dividian a 6stos, en cuanto a los medios y finalidades de lograr la separaci6n entire Cuba y Espaa, partidarios los unos de no contar con el apoyo norteamericano y alcanzar la independencia absolute, inclinados los otros a la cooperaci6n decidida yanqui y a la anexi6n, como un estado mis, a la Uni6n. Se enter tambitn de las hondas diferencias existentes entire los norteamericanos, por razones de la esclavitud, las cuales se proyec- tan acia el problema cubano. El Sur quiere en Cuba una rep blica esdavista. El Norte se inclina a la libertad del negro. La odiosidad a Espana, los intereses creados, la flaqueza civic criolla y el deslumbramiento que producia la creciente democracia norteamericana, eran tambien factors determinants en el campo de