BANDERAS OFFICIAL Y REVOLUCIONARIAS DE CUBA su favor que no se manch6 con los crimenes de sus companeros de armas. Jos6 Quintin Suzarte en la semblanza que de el traz6 en 1861 dice (Don Narciso Lpez. En El Amigo del Pair, La Habana, diciembre 29, 1881): "Sea por imitar a Murat, sea por no derramar con su mano sangre de sos compatriots, y a esto me incline ms. porque parece consecuencia de su character caballeresco y poeico, nunca entr6 en acci6n armado de sable, pistol o carabina. Las mis impetuosas cargas de caballeria las daba blandiendo un 6tigo o manati, y a cada golpe de 6ste derribaba un hombre, seg6n he oido referir a algunos de sus compaferos de armas, pues era tal so faerza que doblaba un peso fuerte entire los dedos como si fuera de cera y no habia caballo cuyos fuegos resistieran a la presi6n de sus rodillas". Portell Vili transcribe (p. 30-32), pirrafos de una cara que di- rigi6 a Narciso, su madre, en 18 de junio de 1849, en la que trata de desvanecer los remordimientos que ennegrean la vida de este, pot considerar, valiendose de ss mismas palabras, "la faja que cefias y demas distinciones, como una librea de ignominia". La buena ma- dre, que conocia sus nobles sentimientos y generoso coraz6n, trata de calmar sus inquietudes: "Arrojado como fuistes por mano invi- sible, y fuerte en medio de la erra, tuvo ocasi6n el genio de hacer el desarrollo de todas estas vrtudes militares -el valor, la intre- pidez, el esfuerzo, la firmeza, la constancia, la inteligenaa- y a costa de inauditos trabajos. las practicastes con gloria, arrostrando la muerte a cada paso; y tos victorias que siempre acompaeabas con rasgos de humanidad, se aplaudian con entusiasmo y mil bendiciones, concilindote el amor y respect general". Abona esta actitud la anmstad que conserve de machos patriots revolucionatios, entire ellos, el general Manuel Manrque, so intimo amigo, a quien rindi6, en nom re de los ejrcitos realiss, la plaza de Maracaibo, de la que era gobernador, el 3 de agosto de 1823. Ese mismo dia le dirige a "mi estimado Manrique", refiridndose a la convenida capitlaci6n, una carta, en la que le decara: "Yo estoy loco de content al ver desaparecer la guerra de mi suelo, que lo asolaba y envolvia en tantos horrores y desgracias". Y se despite, "se ofrece con la misma amistad que siempre to afectisimo". Con Morales y sus soldados, embarc6 L6pez para Cuba, aibndo a Santiago el 28 del mismo mes de agosto. Laobe de la poblaci6n, colmada ya de otras tropas derrotadas en spa di mo- tivo a que Morales lo mandase con pliegos secrets a La Habana, parn el capitn general Francisco Dionisio Vives. A caballo y a mar- chas forzadas, recorri6 el coronel L6pez la larga distancia. Vives par aliviar las "necesidades que rodean al general don Francisco Tomis Morales y la benem6rita tropa de so mando", dirigi6 una alocuci6n al pueblo de La Habana en demand de que contribuyeran