BANDURAS OVICALKNS Y RIVOLUCIONARIAS DE CUBA poderes. Publiquemos nuestros nombres y mahana, cuando el histo- riador bosque datos en los peri6dicos, tendri que poner nuestros nombre como testigos..." -Obedientes a Victor, may ufanos, cumplimos su deseo". Veamos ahora las aclaraciones historicas que nos hace Enrique IL Moreno a lo informado por el y los demas reporters habaneros. Precisa, en primer tkrmino, que los periodistas, por haberse si- tuado "en el Sal6n de Rep6rters (lo que hoy es Porteria del Ayun- tamiento), a a derechs, entrando, en el zaguin de Palacio", no pu- dieron presenciar "c6mo se desenvolvia el ceremonial arriba", y "los reporters no subimos sino en el iltimo moment y al hacero, nos situamos al fondo del Sal6n Rojo, hoy, de los Espejos y junto a la pared divisoria de ese sal6n y el despacho del general Wood, que es la piea que hoy ocupa con el suyo el Alcalde de La Habana, y tambien lo fre de los Presidentes cubanos y de Mr. Magoon, hasta el traslado de la mansion presidential a su edificio actual". Cuando los periodistas Ilegaron al Sal6n Rojo, "ya el general Wood y el senior Estrada Palma se hallaban a la cabeza de sus filas". Nos relata, despuks, Moreno, lo que ya el lector conoce, o sea, la lecture de la procama de Wood y la respuesta de Estrada Palma, y la toma de juramento de este 6ltimo ante el president del Tribu- nal Supremo de Justicia, Lcdo. Rafael Cruz Prez. Inmediatamente se prodnjo el cambio de banderas, cuyo detalle no les fu6 possible captar debidamente a los eprters, que s61o pu- dieron ver lo que ocurria en el balc6n central del Palao, pero no lo que se desarrollaba en la azoteas del mismo. Dejemos la palabra a Enrique H. Moreno. "Era un moment degran silencio y emoci6n y s61o unos pocs vimos que el general Wood y Miximo G6mez, salian del Saln Rojo hacia el Azu No dimos importancia al hecho..." iQu6 presendaron los periodistas? "Muy =reve tiempo despues, se inici6 en la Plaza de Armas, una salva de artilleria y se oyeron los himnos de Bayamo y el americano y los periodistas cubanos, situados como ya he dicho, frente al 6l- timo balc6n del Sal6n Rojo, vimos que los cabos o sargentos del Ej&cito americano, recibian un cordel que bajaba de la azotea de Palacio, con dos pisapapeles anudados en sus extremes. Tras an corto descenso, vimos que aquel cordel era la driza de la bandera de Pa- lacio y que la ensena americana legaba al balc6n, a recogian cuida- dosos los dos sargentos y doblindol, iniciaron so march del lugar. Reconstruimos la escena, pensando que ellos desde abajo habian arriado la bandera amercana, mientras izaban la cubana. "Yo inquiry de los sargentos sus nombres y los publiqu6 en El Nueo Pais y como faclit~ el detalle a los demas reporters, todos los peri6dicos dieron a la publicidad aquellos nombres, que por esta via pasarn a la historic como los que iron Is bandera cubana el 20 de mayo de 1902".