44 COLECCI6N HIST6RICA CUBANA Y AMERICANA del mayor general W. Ludlow, comandante de la plaza, para celebrar durante esa semana, con festejos p6blicos, el cambio de bandera, lo que le fu6 negado, en 29 de dicembre, por dicha autoridad military, para "evitar el desorden y conservar la paz p6blica, supremo deber de todos durante este critic periodo, aunque declarando que "las autoridades americanas simpatizan plenamente con el sentimiento cubano de alegria y al propio tiempo, mis adelante, cuando la si- tuaci6n se halle mas consolidada, tendran placer en promoter y tomar parte en los proyectos de festejos, pero estan convencidos de que el moment actual no es adecuado ni oportuno para ello". Anloga actitud se adopt en las demns localidades de la Isla, por lo que el pueblo tuvo que conformarse con el papel de espec- tador de los actos oficiales delcambio de banderas. A romper esa several frialdad official, contribuy desde antes de tomar posesi6n de su alto cargo de gobernador de la Isla, el mayor general John R. Brooke, que poniendo de relieve su prop6sito, cum- plido a plenitud durante today su exemplar administration, de cor- dializar con el pueblo, en general, y con los miembros del Ejrdito Libertador, en particular, invit6 expresamente, en uni6n de los ge- nerales Lee y Ludlow, a los generals cubanos residents en esta provinia, para que acudiesen alas 11 de la mariana del dia 1I de enero proximo, al Hotel Inglaterra, "con uniform y armas, si lo estimaban conveniente, a fin de acompaiarles en el solemn acto de traspaso de poderes. Los oficiales cubanos contestaron agrade- ciendo esa distinci6n y ofreciendo asistir a la ceremonial algunos de ellos. Por s part, Perfecto Lacoste, president de la Junta Pari6tica, dirigi6 al pueblo de Cuba, el dia 31 de diciembre, la sigiente exhor- tac6n: "A las 12 del dia de maiana se realize el acto mls solemn y transcendental que nuesta historic puede registrar: en ese instant la bandera que por cuatro centuries flot6 sobre la isla de Cuba, legando a ser per torpezas y codicias, simbolo de opresi6n y tirania, desaparece para siempre; irguiendose en la misma asta el pabell6n estrellado a cuya sombra sl6o la libertad y el derecho deben ger- minar, y bajo cuya gida la estrella solitaria ha de irradiar en breve sobre los ciudadanos de la Nac6n cubana, independiente por el esfuerzo de sus hijos y la voluntad de una gran nad6n. En ese instant supremo el sentimiento cubano debe levantar al celo azul de la patria los emblemas de su ideal y los que acredita su gratitude, dando en tranquil demostraci6n de profundo regocijo, prueba plena de s capacidad para el ejeriddo de la libertad. Cubanos! IA las 12 del dia de mafiana, al resonar el primer canonazo lue senala la ter- minad6n dl dominion espaiol en Cuba, engalanemos nuestras casas!" El generalissimo imo G6mez, que e encontraba acampado en su Cuartel General en Narcisa, trmino de Yaguajay, dirigi6 con fecha 29 una prodama al pueblo cubano y al ejrcito, "p6blica expli-